Aunque no nos atrevemos a afirmar como Salvador Dalí que Cadaqués es el pueblo más hermoso del mundo, podemos decir con seguridad que es uno de los pueblos más encantadores de Cataluña. Conserva todo el encanto de su pasado marinero en sus casas blancas y sus estrechas calles empedradas llenas de plantas y flores de colores, lo que lo convierte en un lugar maravilloso para perderse entre galerías de arte y bonitas tiendas en familia.